sábado, 5 de enero de 2013

Superhéroe Incomprendido: La leyenda nace.

REFLEXIONES DE UN SUPERHÉROE: "¡Tio! ¡Que guapo sería ser un superhéroe!"... eso dicen muchos descerebrados que no saben de lo que están hablando. ¿Ser un superhéroe? ¿Enserio? No está tan bien. Es jodido, muy jodido, muy, muy, muuuuuuy... bueno, ya me entendéis. Pero reconozco que yo también pensaba que estaría genial ser superhéroe, y por eso decidí convertirme en uno. Por desgracia para este tipo de cosas, no existe un periodo de prueba, en el que si no quedas satisfecho lo devuelves. Ser un superhéroe debe de ser como hacerse un tatuaje... piensate muy bien lo que quieres porque no hay marcha atrás. Por desgracia el día que me apunté fue como el chaval de 16 años que se tatúa una palabra china pensando que pone "fuerza" cuando en realidad dice "ojete". Por ello, os comentaré mi historia, para evitar que vosotros caigáis en el mismo error.
Para convertirte en superhéroe, debes decidir los siguientes aspectos: Método de conversión, poder, traje y horario laboral. Hoy os hablaré de cómo adquirí mis poderes de superhéroe.

Primero, para adquirir tus super poderes, tienes los siguientes métodos:
Picadura de insecto radioactivo.
Radiación con rayos gamma.
Bañarte en residuos radioactivos.
Antecedentes familiares de superhéroe o antepasado extraterrestre.
Que siendo tu padre jovencico, no le pusieran una placa protegiendo el hueval cuando le hiciesen radiografías.

Yo pensé que lo de bañarme en residuos sería el método mas efectivo, pero… ¿sabéis lo agresivos que son los residuos para el cuero cabelludo? Yo ahora si.
Resultado: Poderes y… alopecia.

Por eso, mi consejo es que escojáis la picadura (salvo que seáis alérgicos), porque no recuerdo ningún héroe calvo, hasta ahora.

No hay comentarios:

Publicar un comentario