Hoy soy un
poco más fuerte. Nietzsche dijo eso de "lo que no te mata, te hace más
fuerte". La filosofía budista dice que "el dolor y el sufrimiento son
nuestros maestros". Hay situaciones en la vida que nos ponen a prueba,
creándose una "pelea" de la que uno espera salir victorioso, pero es
inevitable que las cicatrices nos recuerden nuestros errores y al mismo tiempo,
como evitarlos en un futuro. De esto quiero hablar hoy, a raíz de mi última
"batalla". Señoras y señores, hoy les narraré el combate entre:
¡¡¡JOSE vs JAMON DE YORK!!!
Miércoles, 22h aprox. Tengo hambre, va tocando cenar. Me preparate unos fideillos... no, acabo de recordar, que tengo unas lonchas de Jamón de York que debo terminarme. Ahora viene el dilema "¿Estará bueno aun?". Normalmente esto se solucionaba al grito de "¡Mamaaa! ¿El jamonyor está bueno?". Jamonyor es como se pronuncia en Andalucía oriental. Ante esta pregunta, tu madre te respondía si o no, tras procesar en microsegundos la relación entre las características biodegradables del alimento y el tiempo transcurrido desde su adquisición. En esa relación "deterioro_tiempo" hay un periodo conocido como "franja de duda" en la cual no se puede saber con exactitud y para ello se requiere una prueba olfativa y visual, con lo cual las madres, que tienen un don especial para estas cosas, podían determinar con toda seguridad y sin margen de error alguno si el alimento aun era comestible. Vivir sólo elimina el factor madre, así que decidí evaluarlo yo. Reconozco no tener el don que tienen las madres, pero si os digo que yo para esto soy muy tikismikis y que al mínimo indicio lo doy por malo. Os puedo asegurar que el jamón olía bien, como el primer día, y que no habia ninguna sustancia viscosa o mohosa que me indicase que ya le habia llegado la hora. La vida quería ponerme a prueba y disfrazó a un jamón en mal estado de jamón bueno. Cené. Sándwich de jamón y queso (los de ciudad también lo llaman "bikini"). Y empezó la batalla.
Me siento regular. Ufff, mi estómago se mueve más de lo normal. Mierda, no puede ser. ¡Puto jamonyor! Pero ¿si estabas bueno?...
Tras una hora de lucha interna, ante la posibilidad de despertar hoy en un estado deplorable decidí contrarrestar su ataque de raíz. Si dentro tu juegas con ventaja, fuera lo haré yo. No daré muchos detalles al respecto. Sólo diré que tuve la oportunidad de mirar fijamente a algunos trozos de jamonyor antes de dedicarles un "Sayonara Baby" y eliminarlos para siempre... al tirar de la cisterna.
Besos y abrazos para tod@s! Pasad buen día Mañana por fin es viernes, y si alguien es dado a tocarlos la moral, ya sabéis, invitarlo a cenar sandwiches!
¡¡¡JOSE vs JAMON DE YORK!!!
Miércoles, 22h aprox. Tengo hambre, va tocando cenar. Me preparate unos fideillos... no, acabo de recordar, que tengo unas lonchas de Jamón de York que debo terminarme. Ahora viene el dilema "¿Estará bueno aun?". Normalmente esto se solucionaba al grito de "¡Mamaaa! ¿El jamonyor está bueno?". Jamonyor es como se pronuncia en Andalucía oriental. Ante esta pregunta, tu madre te respondía si o no, tras procesar en microsegundos la relación entre las características biodegradables del alimento y el tiempo transcurrido desde su adquisición. En esa relación "deterioro_tiempo" hay un periodo conocido como "franja de duda" en la cual no se puede saber con exactitud y para ello se requiere una prueba olfativa y visual, con lo cual las madres, que tienen un don especial para estas cosas, podían determinar con toda seguridad y sin margen de error alguno si el alimento aun era comestible. Vivir sólo elimina el factor madre, así que decidí evaluarlo yo. Reconozco no tener el don que tienen las madres, pero si os digo que yo para esto soy muy tikismikis y que al mínimo indicio lo doy por malo. Os puedo asegurar que el jamón olía bien, como el primer día, y que no habia ninguna sustancia viscosa o mohosa que me indicase que ya le habia llegado la hora. La vida quería ponerme a prueba y disfrazó a un jamón en mal estado de jamón bueno. Cené. Sándwich de jamón y queso (los de ciudad también lo llaman "bikini"). Y empezó la batalla.
Me siento regular. Ufff, mi estómago se mueve más de lo normal. Mierda, no puede ser. ¡Puto jamonyor! Pero ¿si estabas bueno?...
Tras una hora de lucha interna, ante la posibilidad de despertar hoy en un estado deplorable decidí contrarrestar su ataque de raíz. Si dentro tu juegas con ventaja, fuera lo haré yo. No daré muchos detalles al respecto. Sólo diré que tuve la oportunidad de mirar fijamente a algunos trozos de jamonyor antes de dedicarles un "Sayonara Baby" y eliminarlos para siempre... al tirar de la cisterna.
Besos y abrazos para tod@s! Pasad buen día Mañana por fin es viernes, y si alguien es dado a tocarlos la moral, ya sabéis, invitarlo a cenar sandwiches!
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